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Comunicación no verbal: ¡La que más comunica!


El lenguaje corporal y la comunicación no verbal son como las ¨cookies¨ de internet, pero de nuestro cuerpo: ¡Lo cuentan todo!. Sin darnos cuenta, a través de cuerpo transmitimos constantemente información sensible sobre nuestras intenciones, sentimientos y personalidad.


El lenguaje corporal y la comunicación no verbal cuentan quiénes somos, cómo nos sentimos o cuáles son nuestros gustos. En la interacción, la conducta no verbal informa además de nuestro grado de comprensión y nivel de acuerdo, e incluso puede desmentir lo que estamos diciendo en ese momento.

La buena noticia es que ambas habilidades se pueden desarrollar a base de entrenamientos. Además, lo podemos hacer nosotros mismos y en cualquier momento y circunstancia. La clave es la concentración y focalizar la atención en los principales canales del lenguaje corporal, buscando su congruencia y sincronía con nuestras palabras.

La conducta no verbal se expresa principalmente a través de cuatro canales que, junto al discurso verbal, conforman la comunicación:

Expresiones Faciales: Son el indicador emocional de más potencia, y en lo primero que centramos nuestra atención al interactuar. En fracciones de segundos nuestro cerebro emocional decide por su cuenta y riesgo si una cara nos gusta o no, un proceso en el que inicialmente no interviene la razón, y en el que no hay tiempo para pronunciar ni media palabra.

En la cara se reflejan de manera innata y universal las siete emociones básicas: Alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio. Cada una tiene su propio código. Aprender a distinguirlas es imprescindible para dominar el lenguaje corporal.

Gestos: Aquí podemos distinguir varios gestos, aquellos que acompañan al discurso verbal (que se conocen como gestos ilustradores), quizás los más importantes pues tienen una estrecha vinculación con la credibilidad.

Pero también existen otros tipos como los gestos reguladores que son aquellos con los que interactuamos y los gestos manifestadores de afecto que como su nombre lo indica, son aquellos con los que transmitimos nuestros sentimientos.

Apariencia: La apariencia continúa siendo uno de los canales más influyentes de la comunicación y es que definitivamente que el aspecto de una persona nos habla de su edad, sexo, origen, cultura, profesión, o condición social y económica, entre otros muchos datos.

Dejando de lado los estereotipos, la apariencia sigue siendo la principal fuente de información a la hora de formarnos una primera impresión de alguien. Y como se dice por ahí, no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

Paralenguaje: La voz puede decir mucho más que las palabras. El paralenguaje es el indicador emocional más fiable, junto con las expresiones faciales.

El volumen, tono o velocidad de nuestra voz revela importante información, especialmente cuando intentamos ocultar nuestras emociones. Nos ocurre a menudo, por ejemplo, al hablar por teléfono con personas muy cercanas: Sólo basta con escuchar su tono al contestar, para saber que algo no anda bien.

La conducta no verbal, desarrolla varias funciones en el proceso de comunicarnos:


  • Define nuestra identidad.

  • Demuestra el grado o la capacidad que tenemos de relacionarnos.

  • Ayuda a acortar y a comprender el mensaje.

  • Transmite emociones y sentimientos.

  • Influye en los demás y en nosotros mismos.


Como seres humanos tenemos la capacidad de comunicarnos constantemente, incluso sin pronunciar palabra alguna podemos transmitir lo que pensamos y sentimos. Definitivamente, el lenguaje corporal es un medio de comunicación y en este se refleja tu identidad.

Te recomiendo tener siempre presente, que la transmisión de tu mensaje no sólo se basará en el desarrollo del mejor discurso, sino en tu comunicación no verbal y lenguaje corporal.

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