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¿Cómo no aburrir a tu público?

Actualizado: 2 sept 2020


El público, es una parte esencial a la hora de realizar una presentación. Cuando hablamos de la oratoria, estamos hablando del arte de la palabra, de cómo una persona es capaz de transmitir un mensaje comunicando a un público. Este público puede estar conformado por un grupo de personas o un individuo.

¿Cuáles serían las principales herramientas para no aburrir a tu público?

Forma parte del público antes de iniciar: Antes de iniciar tu presentación, trata de interactuar un poco con el público, a veces, hasta sentarte en alguna fila e iniciar a hablar de temas generales como el estado del clima de ese día. Esto te relejará muchísimo, y a la vez, lograrás ser percibido ante el público como una persona accesible y simpática, lo que rompe las barreras de inmediato.

Tienes que ser tú: Quizás sea una de las herramientas que nos cueste más trabajo, pero debes reflejar tu personalidad y no actuar o simular alguien que no eres. Mientras más transparente seas, más confianza tendrás y te proyectarás al momento de hablar en público. Nada peor por ejemplo, que improvisar y hacer chistes, si no va con nuestra personalidad.

Nada mejor que contar historias (Storytelling): En este punto quiero citar a la escritora, poeta y activista estadounidense Maya Angelou que expresó: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará como les hiciste sentir”. Quizás muy fuerte opinión, pero muy cercana a la realidad y me encanta. Debemos tratar siempre de ponernos a nosotros mismos como ejemplo, contar nuestras historias, apelar a esos puntos en común que tenemos con nuestro público. Por ejemplo, iniciar con algo así como: Hoy recuerdo cuando yo estaba sentado allí como ustedes… En ese tiempo… Además de romper el hielo podrás captar la atención del público desde el primer instante. Contar una buena historia te hace más humano y cercano y la audiencia se mostrará dispuesta a conectar con tus afirmaciones.

Utiliza apoyo visual pero no leas todo: Las presentaciones hoy en día se han convertido en un excelente apoyo para nuestras intervenciones, pero debemos tener cuidado con no empezar a leer textualmente cada palabra. Esto aburrirá enseguida y lo peor, puede traducirse en que no dominas el tema que tratarás. Debemos colocar imágenes con preguntas reflexivas o puntos expecíficos, pero nunca párrafos completos en letra ¨10¨. Esto sería el inicio del fin de la atención de tu público.

Ojo con las citas y estadísticas: Es importante que respaldes parte de tu discurso en una cita que te guste o que resuma lo que acabas de explicar, pero debes tener sumo cuidado de no caer en el error de citar y citar autores, dejando de lado tu opinión y enfoque personal del tema a tratar.

¡Muévete! ¡Juega con tu tono de voz! No es que vayas tampoco a ¨marear¨ a tu público de un lado a otro, pero tampoco te quedes estático. Juega con tu público y con tu tono de voz para cautivarlo aun más. Si ves que están distraídos pues sube el tono y llama a la acción, o utiliza una frase que rompa todo el esquema de la presentación para captar la atención. Luego te tener la atención, enfatiza lo importante de esa parte de tu exposición y trata de involucrar a tu público en el desarrollo de tu participación, realizando preguntas simples como: ¿A quiénes les ha pasado?, ¿Se identifican?, ¿Se imaginan?...

En fin, debes conocer muy bien el público al que vas a dirigir tu presentación y luego de eso, debes tratar a toda costa, que recorran contigo paso a paso el tema que vas a tratar. Debes crear un ambiente humano, cortés y llano, que permita y lleve a la interacción.

¡Apóyate en estas herramientas y practícalas!, ¡Te garantizo que están más que probadas!

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¡Disfruto mucho leerte!

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