En el ámbito académico y laboral cada vez se valora más la capacidad de poder hacer un discurso oral. El discurso se caracteriza por ser el género más exigente de la comunicación a causa de la riqueza en el contenido y la implicación de elementos no verbales.
Preparación del discurso. Independientemente del tipo de discurso que vayas a realizar (improvisado, leído, memorizado), el proceso de preparación es igual. Este proceso consta de cuatro fases: La elección del tema, la documentación, la preparación del guión y la práctica.
Elección del tema. Para seleccionar un tema hay que realizar un análisis cuidadoso y una reflexión de los propósitos que se quieren lograr. Además, es importante tener en cuenta los elementos implicados en el entorno y los medios del discurso, nos referimos a: El contexto, el perfil del público y el entorno físico de la presentación.
Una vez escogido el tema, es conveniente que delimitemos su alcance. La delimitación es un paso imprescindible para preparar un buen discurso y consiste en determinar la amplitud del tema y ajustarse estrictamente a los límites definidos.
La documentación. Consiste en la recopilación del material bibliográfico que conforma la base de la preparación de nuestro discurso. Para obtener toda la información necesaria puedes: Realizar consulta de fuentes bibliográficas o hacer un listado rápido de las ideas e inquietudes relacionadas al tema.
Cuando tenemos una gran cantidad de información sobre el tema, hay que seleccionarla, extraer las ideas principales y organizarlas para darle forma al discurso; es decir, para estructurarlo.
La preparación del guión. Un guión es como un mapa (o un GPS), que nos guiará en nuestra exposición. Si no contamos con un mapa que resulte fácil de entender y que esté actualizado nos perderemos totalmente.
Para realizar el guión debemos tomar en cuenta estos dos puntos:
Analizar la situación, es decir, tener en cuenta dónde y cuándo será nuestra intervención, a quién nos dirigimos y cuáles son los objetivos de esta participación.
Incluir en el guión, los temas más destacados que queremos abordar. Debemos realizar un listado de los conceptos relacionados y ordenados, diferenciando las ideas principales de las secundarias.
La práctica. Para poder realizar una buena práctica se recomienda pronunciar el guión en voz alta, siguiendo la estructura de las ideas y practicar hasta que las ideas y las palabras se encadenen en el orden adecuado y de manera natural.
También, se recomienda repasar mentalmente y en voz alta el discurso prescindiendo del guión para asegurar que las ideas han quedado fijas en nuestra mente.
La importancia del discurso radica en la manera en que se transmite a un público y en la capacidad que tenemos de enviar un mensaje a través de la palabra, partiendo de un texto escrito.
¡Te invito a seguir estos cuatro pasos para que logres realizar un buen discurso, que capte la atención de tus receptores y que logre tus objetivos!
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